me siento una papelera

Me despierto, desayuno, me baño, me cambio, almuerzo, salgo a la calle y me convierto automáticamente en una papelera ambulante. Espero el colectivo, saco boleto y al bolsillo. Saco unos caramelos (por lo general DRF de limón) me meto uno en la boca y el papel, al bolsillo. Me bajo del bondi, camino unos metros y una chica me da un volante, lo miro "de coté", lo doblo prolijamente (igual que con el boleto y los papelitos de los caramelos.... nada de hacerlos una bolita eh!) y al bolsillo. Y así después de haberme tomado cuatro colectivos (de mínima los días que voy a ciudad), haber pasado por las veintiocho personas que te reparten volantes del estilo "QUERÉS APROBAR TODO SEGURO??! NO LO PIENSES MÁS, SI PROBÁS A MARCELO APROBÁS", "FIESTA!!!! 23/09 BARRA LIBRE HASTA LAS DOS, BANDA INVITADA: LA NEUROSIS DE MI PERRO, ENTRADA $15" o "RESTAURANTE DE COMIDA CHINA, MENÚ EJECUTIVO DOS PORCIONES DE CHAU FAN, TRES DE CHAU MIEN Y SEIS EMPANADITAS PRIMAVERA, $13", y haberme comido mil caramelos (por ansiosa nomás creo) llego a mi casa. Ya al resguardo de cualquiera que pueda seguir dandome más celulosa comprimida, me cambio para ponerme algo más cómodo y saco de mis bolsillos una cantidad de papeles que es difícil de creer. Y ahí digo, qué bueno que estuve todo el día molesta con esto en el pantalón, y cuando en la calle veo a alguien que tira un papel en la calle como haciéndose el distraído me da bronca y siempre pienso en seguirlo y decirle, "Disculpame, se te cayó esto. Todavía nunca lo hice, pero un día lo voy a hacer.