miércoles, 5 de diciembre de 2007

Te quiero mucho, sos re k-pa. Nunca cambies.

La típica frase de carta de cumpleaños cuando eras chiquita, o de fin de séptimo grado, o del día del amigo de "nunca cambies" siempre me pareció tan espantosa. O sea, piensen un segundo lo que le están deseando a la otra persona: "nunca cambies", ¿nunca cambies? ¿en serio les parece algo para desearle a alguien?. No se me ocurre un peor deseo (miento, se me ocurre, pero bueno...) que decirle a una chica de 12 años "nunca cambies". Imaginen a una mujer de veintitantos años con la personalidad de una nena de 10. Su mayor placer en la vida sería jugar con sus muñecas y no hablaría con hombres porque su relación con ellos no hubiese cambiado en absoluto desde aquella época de "los nenes con los nenes y las nenas con las nenas". Ya sé que no es un deseo real y literal, pero cada vez que leía esa frase no podía no imaginar cómo sería mi vida de grande si realmente se cumpliera ese "nunca cambies".

2 comentarios:

Fernando dijo...

Alguna vez lo pensé y es terrible. Pero uno en la infancia-pubertad lo repetía como robot.

¿Y el amigos por 100pre? Ese suma errores ortográficos, jajaja.

Beso.

Anónimo dijo...

Hola pipi, vengo a dejarte un post medio nerd (bueno absolutamente nerd), pero no importa porque hoy estaba leyendo embriología para mi temido final y leí esto y me acordé de tu post:

"Lo más significativo del proceso de diferenciación celular no es que una célula se haga diferente de otra sino que se haga diferente de sí misma en el estado anterior".

Reemplace "célula" por "persona".