El miércoles llegué a la Plaza con mis papás a eso de las 15:30 más o menos. Había muchísima gente, pero todavía no era lo que iba a ser dos o tres horas después, cuando no se podría caminar de la cantidad de gente. Una cantidad que en cualquier otra circunstancia me hubiese dado fobia.
Apenas llegamos fuimos directo al centro de la plaza, avanzábamos escuchando el discurso y cada tanto nos deteníamos para gritar o aplaudir alguna consigna.
Todos los 24 de Marzo son muy emocionantes, es en sí una fecha que nos conmueve a todos. Pero en un momento me pasó algo que me hizo emocionar hasta las lágrimas. En medio de toda la gente reconozco, al lado mío, a tan solo una o dos personas de distancia, al nieto recuperado 101, a Francisco Madariaga. Y les juro que se me erizaron todos los pelos y me corrió un escalofrío por todo el cuerpo. Me parecía casi irreal.
Y a su lado estaba el padre, feliz. Con una sonrisa de oreja a oreja. Parecía estar sonriendo por todos los años en los que no lo había podido hacer. Los miré mucho tiempo, muy emocionada. Tenía muchas ganas de abrazarlos y felicitarlos, pero la emoción no me dejó, me dio vergüenza, no sé... lo único que atiné a hacer fue tocarle el brazo a mi papá que lo tenía al lado y decirle "mirá pá, ahí está el nieto 101, el de negro, miralo".
viernes, 26 de marzo de 2010
martes, 16 de marzo de 2010
La máquina del tiempo
Mi mesita de luz tiene dos cajones, dos cajones que no uso ni abro hace mucho tiempo.
Hoy decidí que era un buen momento para ordenarlos y limpiarlos, y quién te dice, tal vez ponerlos en funcionamiento nuevamente.
Hasta ahora sólo vacié uno de los dos, el de arriba.
Me encontré con tantas cosas que no puedo creerlo
- Toneladas de tarjetas de lugares y personas a las que nunca llamé
- Un mazo de cartas para hacer trucos
- Ocho botones
- Cartitas que nos pasábamos con mis amigas en la secundaria durante las clases
- Unos tazos metálicos de bob esponja
- Recibos de cosas que compré en algún momento de mi vida (la mayoría ni se leen)
- Un triple
- Tres pistolitas minis de plástico de alguna piñata
- Unas fotos 4x4 mías de un año que no logro descifrar cuál
- Machetes de física
- Un peine
- La credencial que dice que hice el curso de "Rescatador cardiopulmonar básico" (sí, puedo rescatarlos de situaciones de peligro já!)
- Varias monedas de países a los que ni siquiera fui
- Unos anteojos muy noventosos
- Una escarapela
- Una tecla "DEL" de una calculadora
- Muchas lapiceras que no funcionan
- Dos boletos de colectivo, uno de $0,75 y el otro de $0,80 del año 2004
- etc, etc, etc, etc.............................................
Tengo un poco de miedo de abrir el cajón de abajo, ya no sé qué más puede salir de ahí
Hoy decidí que era un buen momento para ordenarlos y limpiarlos, y quién te dice, tal vez ponerlos en funcionamiento nuevamente.
Hasta ahora sólo vacié uno de los dos, el de arriba.
Me encontré con tantas cosas que no puedo creerlo
- Toneladas de tarjetas de lugares y personas a las que nunca llamé
- Un mazo de cartas para hacer trucos
- Ocho botones
- Cartitas que nos pasábamos con mis amigas en la secundaria durante las clases
- Unos tazos metálicos de bob esponja
- Recibos de cosas que compré en algún momento de mi vida (la mayoría ni se leen)
- Un triple
- Tres pistolitas minis de plástico de alguna piñata
- Unas fotos 4x4 mías de un año que no logro descifrar cuál
- Machetes de física
- Un peine
- La credencial que dice que hice el curso de "Rescatador cardiopulmonar básico" (sí, puedo rescatarlos de situaciones de peligro já!)
- Varias monedas de países a los que ni siquiera fui
- Unos anteojos muy noventosos
- Una escarapela
- Una tecla "DEL" de una calculadora
- Muchas lapiceras que no funcionan
- Dos boletos de colectivo, uno de $0,75 y el otro de $0,80 del año 2004
- etc, etc, etc, etc.............................................
Tengo un poco de miedo de abrir el cajón de abajo, ya no sé qué más puede salir de ahí
Suscribirse a:
Entradas (Atom)