martes, 18 de marzo de 2008

Represión

Iba caminando por la calle pensando en quién sabe qué cuando de golpe tuve un impulso. Estaba pasando por un bar y estaban todas esas mesitas del lado de adentro pegadas a la ventana y en una había una chica sola -un poco colgada, mirando a la calle- y tuve el impulso de asustarla desde afuera. De hacerle "¡¡AHH!!" (al mismo tiempo que movía mis manos bruscamente hacia el vidrio). Afortunadamente lo reprimí. Un segundo después me reí de mí misma, de varios posibles desenlaces de la situación y de pensar que esa chica nunca sabrá lo cerca que estuvo de sobresaltarse mucho. Después quise descifrar de dónde me había salido ese impulso, pero nada. Sólo sé que es la primera vez que me pasa. Fue muy fuerte, hasta me sorprendo de haber podido reprimirlo.

3 comentarios:

malegría dijo...

qué gracioso hubiese sido que lo hicieras, qué gracioso. igual es re feo cuando te quedás con las ganas, total qué problema hay con parecer ridículo ante los otros? estamos tan determinados por las conductas "correctas" sociales...

ces dijo...

jajaja muy gracioso!!!
Y si lo que mas me llama la atencion, es que ella nunca va a saber que vos pensaste asustarla, que la viste, que ahora le escribiste en tu blog...
Cuantas cosas nos habran querido decir, o hacer y nosotros ni imaginamos???

Bueno llegue a tu espacio... y me encanto la anecdota

Saludos =D

agustín dijo...

no se puede asustar a la gente por la calle. por lo que con jony inventamos un metodo. se necesitan dos personas. vos te pones al lado de la persona a la que quieren asustar. y tu amigo/a te viene a asustar despacito.
pero cuando lo hace, vos te pegas al extraño y haces AAAAAAAAAAAAAAAAAHHHH bien fuerte
asi, no te pueden decir nada (porque en realidad no asustaste al extraño), pero podes ver su reaccion. una vez hicimos que una mujer tirara su celular con este metodo
si ya se que somos muy capos, no hace falta que lo digas o lo pienses