Si pensaba que no había nada peor que un pobre arbolito de navidad con tres bolas y algunas ralas guirnaldas en plena época festiva, creo que es momento de corregirme, pedir perdón y rectificarme de semejante afirmación, porque hay que poder reconocer cuando uno se equivoca. Los arblitos pobres, los papá noel a pila y todos los demás adornos navideños son aún más tristes y deprimentes cuando todavía no llegamos a mitad de noviembre. Hace ya algunas semanas que los locales se están llenando de este tipo de cosas, lo supermercados ya tienen ofertas y las decoraciones están comenzando a mutar en todos los negocios. por qué?? por qué empiezan a torturarnos cuando todavía falta más de un mes?? cuál es la necesidad de fastidiarnos con tanta anticipación?? Si ya todos sabemos que la gente hace las compras con suerte una o, con muchísima suerte, dos semanas antes del 24, es simplemente pura crueldad capitalista...
ahora sí, lo que no pienso soportar son los ringtones navideños, eso sí que no!