Quiero denunciar públicamente a esas bestias inhumanas chupasangre a quienes todos llamamos mosquitos. A esta altura estoy segura de que lo hacen a propósito, me conocen, me huelen, me sienten. No importa cuánta gente haya en el mismo cuarto, vienen a mí. No hay mañana que no me despierte con dos o tres picaduras nuevas, en este momento cuento rápido y tengo dos en un brazo, cuatro en otro y si mal no recuerdo tres en la cara.
Siempre me pasó lo mismo, pero bastaba con una tableta o espiral para combatirlos, ahora no. Maldigo esta nueva generación de mosquitos superpoderosos que no se mueren con nada!!